Noviazgo y matrimonio

El amor humano es una aventura estupenda. Yo lo sé por el amor divino, que es mucho mas, pero que es compatible con el amor humano; con el amor humano santo, como el vuestro.

"El amor puro y limpio de los esposos es una realidad santa que yo, como sacerdote, bendigo con las dos manos." Lo había escrito el Padre hace muchos años, y aquel joven estudiante lo sabía; quizá, por eso, sabía también que su pregunta no iba a caer en saco roto.

- Padre, mi novia y yo queremos que nos hable un poco del noviazgo, y algo del matrimonio.

- "Si, hijos míos, el amor humano es una aventura estupenda. Yo lo sé por el amor divino, que es mucho mas, pero que es compatible con el amor humano; con el amor humano santo, como el vuestro.

Yo os digo que os queráis, que os tratéis, que os conozcais, que os respetéis mutuamente, como si cada uno fuera un tesoro que pertenece al otro. No olvidéis que está Dios Nuestro Señor delante, que os ve, que os oye."

Y el Padre, mirándolo con especial cariño, termina diciéndole:

-"Hijo mio... tu adelante con ese amor. Como quieres mucho a esa criatura a la que has escogido para madre de tus hijos, que nunca te avergüences de este amor. Respétala. No la querrás menos: la querrás mas. Y el Señor, de esta manera, bendecirá en un día próximo ese matrimonio, y lo hará luminoso, alegre, feliz... Y será un amor que irrumpirá hasta el cielo."

Venezuela, 11 de febrero de 1975